domingo, 6 de mayo de 2012

La bouillabaisse

Hace tiempo me topé con un artículo titulado Las recetas imposibles (Las sfogliatelle, la bouillabaisse), en La cocina de Pasqualino Marchese (http://www.pasqualinonet.com.ar/recetas_imposibles.htm). Dice Pasqualino: "Hay cosas que generosamente hay que dejar hacer a los demás: a los que saben, a los que tienen años de experiencia y mayormente a los que tienen genes heredados de los miembros directos de su columna genealógica que por siglos se han dedicado al mismo trabajo, manteniendo en estricto silencio el misterioso secreto de la realización de ciertas recetas que con toda la buena voluntad, en casa, no nos salen nunca. Es el caso de la 'sfogliatella', las medialunas, la masa filo, el pan de miga, y mucho más..." Y aunque no incluye en esta lista la bouillabaisse, luego de dar la receta de las sfogliatelle ricce y de las sfogliatelle frolle, dice de ella:
Los pocos que me han pedido la receta de esta sopa de pescado habiéndola comido por aquí o por allá, hecha por Monsieur Paul o Gerard, simplemente y alegremente la quisieran ejecutar en su casa. ¡Imposible! Y si fuera posible no la comerían así como tradicionalmente ha de hacerse, con pequeños pescados de roca enteros llenos de espinas, cosa muy adversa al estilo de comer pescado en Argentina... [podríamos decir también: en Venezuela]
Dice, más adelante:
Tuve la suerte, en mis años mozos, de sentarme a la mesa de restaurantes del puerto de Marsella, frente a los barcos amarrados o en Martigues a cinco kilómetros de Port de Bouc descubriendo la novedosa bouillabasse en un ambiente de estrechas callejuelas donde las lucecitas exteriores de las casitas donde la preparaban y el aroma circundante todavía está vivo en mis recuerdos.
Le Tour de Gaule
Si mal no recuerdo, la primera noticia que tuve de este delicioso plato marsellés fue en la historieta de Asterix Le tour de Gaule, donde es una de las muchas especialidades gastronómicas francesas que el pequeño galo usa como prueba de haber dado la vuelta a toda la Galia sin que los romanos pudiesen impedirlo, y así ganar una apuesta. Siempre me quedó la curiosidad de conocerla, y en 2006, planificando un viaje que incluiría algunas ciudades de Francia, decidí hacer una parada en Marsella con la expresa finalidad de probarla. ¡Bien valió la pena!

Después de un recorrido por la ciudad en un trencito turístico, que nos llevó a la colina donde se encuentra la iglesia de Notre Dame de la Garde (hermosa vista del puerto y de la ciudad), nos sentamos en la terraza de uno de los restaurantes que se alinean en el muelle del Vieux Port, y que compiten por servir la vraie bouillabaisse. Nos decidimos por Chez Oscar, no el más caro, pero tampoco el más barato de ellos. Nos atrajo el letrero que decía: ...servida según la tradición. Presentación y corte del pescado delante del cliente... y así fue...

limpiando el pescado
antes de servirlo
acompañantes
la rouille
...luego de la espera de unos veinte minutos, durante los cuales nos tomamos un pastis, bebida anisada también tradicional de Marsella, un mesonero nos presentó en la mesa la bandeja con los pescados, y luego los llevó a una mesita cercana que tenía dispuesta para limpiarlos y servirlos. Ya nos habían puesto en la mesa los acompañantes: pan tostado, la rouille (salsa rojiza con mucho ajo), queso gruyère rallado y varios dientes de ajo.
Nos sirvieron entonces, en un plato hondo: el caldo -muy fuerte de color y de sabor, con mucho azafrán, y en otro: el pescado ya sin piel ni espinas, con mejillones y trozos de papa, dentro de más caldo. Nos explicó el mesonero que se acostumbra frotar el pan con los dientes de ajo, y luego cubrir con la rouille y el queso rallado. Se moja en la sopa y ya, acompañando con un buen vino blanco seco, el placer está completo.

el caldoel pescado con los mejillones
y las papas















Pues bien, algunas semanas después del regreso de ese viaje, quise probar a hacerla en casa y compartirla con la familia y algunos amigos (no había leído todavía el artículo de Pasqualino), tratando de que fuese lo más cercana a la que comí en Marsella. Por supuesto que no usé los pescados que manda la tradición (vive, lotte, rascasse, galinette, como dice el letrero de Chez Oscar), pero sí varios pescados nuestros, pequeños para presentarlos enteros antes de servirlos). Me valí de varias recetas que encontré en Internet:
http://cuisine.provencale.pagesperso-orange.fr/bouillabais.html
http://www.marmiton.org/recettes/recette_bouillabaisse-comme-a-marseille_23522.aspx

Quedó muy bien, pero decidí nunca más hacerla con los pescados enteros y limpiarlos antes de servirlos, ¡demasiado trabajo y el pescado termina llegando frío a la mesa!, así que copiando la idea de Kristina Wetter (http://www.encasadekristina.com/cms/sopas/bouillabaisse.html), de usar filetes de pescado, pero procurando mantener los sabores, fui llegando a esta receta que comparto aquí:

Mi versión de la bouillabaisse (posible)

Ingredientes para cuatro personas:
  • 1 kg de lomos de róbalo o mero
  • El espinazo y la cabeza de los pescados que se use
  • 2 buenas cabezas de pescado (jurel, dorado, carite, pargo)
  • ½ kg de mejillones
  • ½ kg de cangrejos
  • 8 langostinos grandes
  • Aceite de oliva
  • Puré de tomate
  • 1 cabeza de ajo
  • 3 cebollas grandes
  • 2 bulbos de hinojo
  • 2 ajoporros grandes
  • Ralladura de naranja y limón
  • Sal, pimienta, laurel, tomillo, azafrán, clavos de especia
Para la rouille:
  • 50 gr de miga de pan remojada en leche
  • 2 dientes de ajo grandes
  • 2 ajíes dulces rojos
  • 1 ó ½ guindilla
  • 2 dl de aceite de oliva
Preparación:
La víspera frota los lomos con cuatro dientes de ajo machacados, sal y pimienta y déjalos marinando en aceite de oliva, 1 cebolla y 1 bulbo de hinojo en ruedas, azafrán, perejil, tomillo y ralladura de naranja y limón.

Haz un sofrito con el resto de la cebolla y el hinojo, media cabeza de ajo y los 2 ajoporros. Sofríe por unos cinco a diez minutos. Baja el fuego a la mitad y agrega los cangrejos hasta que enrojezcan. Baña con ¼ de litro de vino blanco. Agrega los espinazos y las cabezas, dos hojas de laurel, cuatro clavos de especia y 8 granos de pimienta negra. Completa con agua suficiente para cubrir apenas. Limpia los filetes de la marinada en que pasaron la noche, y agrégala al caldo. Deja hervir una buena media hora.

Mientras hierve, por a tostar un buen pan gallego en rebanadas en el horno, y prepara la rouille: escurre un poco la miga de pan y ponla en la licuadora junto a los dos dientes de ajo, la guindilla, los ajíes dulces, sal y pimienta y mezcla bien. Una vez homogeneizado, agrega en un hilito el aceite de oliva. Debe quedar como una mayonesa.

Baja del fuego el caldo y retira el pescado y los cangrejos. Pasa el caldo con los vegetales por la licuadora y cuela. Debe quedar bien consistente y fuerte de sabor. Pon nuevamente a hervir y agrega los mejillones y langostinos. Déjalos unos 5 minutos. Retíralos y resérvalos tapados o en el horno bajito para que no se enfríen. Pasa los lomos por el caldo hirviendo por otros 5 minutos. Sácalos y sirve inmediatamente: el pescado en un plato con los langostinos en parte del caldo, y otro plato con el resto y los mejillones.

Sirve el pan tostado junto a varios dientes de ajo pelados. Éstos se usarán para frotar el pan, luego se untará con la rouille, se cubrirá cada rebanada con queso parmesano y se sumergirá en el caldo.

domingo, 23 de enero de 2011

La acemita tocuyana

¿Creían que este blog, como tantos otros, se quedaría en una sola entrada? Pues ya con ésta son dos.

La semana pasada estuve unos días en Barquisimeto con mi esposa, y nos llegamos un día hasta El Tocuyo, conocida como "ciudad madre de Venezuela". Allí visitamos el Museo Lisandro Alvarado, conocimos desde fuera (estaba cerrada) la iglesia de la Concepción, y vimos las ruinas de los templos de San Francisco y de Belén.

acemita tocuyana
Antes de regresar, quisimos comprar unas catalinas -que me encantan- y unas acemitas tocuyanas, pan dulce cuya fama no entendía, pues las que había probado nunca me entusiasmaron. Es verdad que las que había comido las había comprado a la orilla de la carretera por los lados de Quíbor, o las había recibido de alguien que tal vez las habría comprado igualmente en algún puesto a la vera del camino. Así que pregunté en una panadería del pueblo, y me indicaron que podría comprarlas en "La Diadema", a pocas cuadras de allí. Busqué en la dirección que me señalaron y no encontré el negocio. Volví a preguntar a una jovencita que vendía en un tarantín, y sus orientaciones nos llevaron con precisión a la "Panadería Criolla El Diamante de Jesús (antigua Panadería la Deadema)", así escrita, con "e". Al entrar en el negocio veo los mostradores vacíos, y pregunto por catalinas y acemitas: "no quedan sino tres acemitas". Justo detrás de mí entró otro señor que pidió dos, pero como yo estaba antes, pedí las tres sin muchas ganas (lo que quería en realidad eran las catalinas), pues quería llevar una a mi mamá y otra a unos amigos.

catalinas
El vendedor me dijo que a dos cuadras podría encontrar las catalinas. Volví al carro con mi bolsota (cada "acemita" debe pesar cerca de un kilo) y mientras buscaba dónde venderían las catalinas, le quitamos un trozo a la primera y la probamos, ¡toda una revelación!, ¡realmente exquisita!. Estaba apenas tibia, pero plena de aromas: papelón, queso blanco, un punto de canela y nuez moscada. Ya después de esa delicia, ¡qué me importaban las catalinas! Al día siguiente, al comerla nuevamente en casa acompañada de café con leche, me di cuenta de que el olor me recordaba al de los golfeados. Lo que me pareció más delicioso fue la corteza, suave pero ligeramente caramelizada, y es una ricura encontrarse de vez en cuando algún trocito de queso blanco.

Si algún día andan por El Tocuyo, no dejen de acercarse al Diamante de Jesús (Urb. Concordia Carrera 9 con Calle 6), para que prueben las propias acemitas tocuyanas.

Por mi parte, espero que de la Deadema original, se hayan desprendido varios diamantes más, y que no llegue a perderse esa receta maravillosa.

Actualización del 24/01/2011: cada acemita costó Bs. 25.

domingo, 9 de enero de 2011

Otro cartoccio dell'Artista

Hace algún tiempo leí en el blog pistoYnopisto la receta del Cartoccio dell´Artista, que Pisto reconstruyó a partir de lo que recordaba haber comido y disfrutado en el Ristorante "L'Artista" de Playa Blanca (Lanzarote - Islas Canarias). La preparé para mi y mi esposa y nos encantó. Aquí va, resumida la receta de Pisto:
Cocemos la pasta muy al dente (unos 5 minutos) en agua y sal y, tras escurrir, la ponemos en un bol donde la mezclamos muy concienzudamente con una salsa de tomate.
[...]
Ahora se prepara un paquete de papel de aluminio (cartoccio significa, literalmente, cartucho) disponiéndo una hoja grande sobre una bandeja de horno, poniendo una capa de la pasta con tomate, colocando una bola de mozzarella de búfala cortada en rodajas sobre ella, tapando con el resto de la pasta con tomate y añadiendo, por encima, unas cucharadas de un buen pesto.

Como recientemente descubrí una carnicería en Caracas (Carnicería Italia, Av. Presidente Medina o Victoria, como prefieras, entre calles Gran Colombia y Cataluña) donde hacen unas excelentes salchichas italianas de hinojo, decidí preparar el cartoccio para unos amigos, pero reemplazando la salsa de tomate por otra de salsiccie, según la receta que va a continuación:

Salsa de salsiccie (salchichas italianas)

Ingredientes:
  • ½ kg de salchichas italianas de hinojo
  • 1 taza de cebolla en cuadritos
  • ½ pimentón rojo
  • 1 tallo de célery picadito
  • 1 diente de ajo picadito
  • 1 lata grande de tomates
  • ½ taza de vino tinto
  • 1 cucharadita (de té) de orégano seco
  • 1 cucharadita (de té) de albahaca seca
  • 1 cucharadita (de té) de sal
  • 1/8 de cucharadita (de té) de pimienta negra
  • Opcional: 1 guindilla
Preparación:
Quita la cubierta de las salchichas y dora la carne en una sartén, separándola bien con una espátula. Retira con una espumadera y pon a escurrir en papel absorbente. Deja en la sartén un par de cucharadas del aceite que soltaron y saltea allí las cebollas hasta que transparenten, agrega el ajo, el pimentón y el célery y cuece a fuego bajo. Escurre los tomates y pícalos en cuadritos. Agrégalos a la sartén y deja cocinar por unos cinco minutos más antes de añadir el jugo de la lata y el vino tinto. Vuelve a poner la carne de las salchichas en la sartén, agregando el orégano, la albahaca, sal y pimienta. Deja cocer a fuego bajo unos 20 minutos, removiendo de vez en cuando.

Esta receta es a su vez adaptación mía de:

Por si hace falta, también va:
Pesto de albahaca
(ya sé que el  pesto es normalmente de albahaca, pero como ahora se ven pestos de cilantro, de tomates secos, y otros más, no está demás indicarlo, ¿verdad?)

Ingredientes:
  • 1 buen paquete de albahaca fresca (unos 250 grs.)
  • 2-3 dientes de ajo (o más o menos, dependiendo de cuánto te guste)
  • 1/3 de taza de aceite de oliva
  • sal
  • un puñado de piñones (o de nueces, o de maní - en Venezuela el precio de los piñones es prohibitivo)
  • 100 gr. de queso parmesano
Preparación:
Deshoja concienzudamente la albahaca, desecha las manchadas o mustias, lávalas bien. Pela los dientes de ajo y májalos en un mortero con 1/2 cucharadita de sal. Lleva la albahaca con el ajo a un procesador o licuadora, y procesa agregando un chorrito de agua. Agrega, mientras sigues procesando, el aceite de oliva. Cuando se haya homogeneizado y resulte una pasta suave, agrega el queso parmesano y continúa procesando unos minutos más. Por último, los piñones (o su reemplazo). Procesa por poco tiempo más para que no se deshagan completamente y puedas encontrar trocitos cuando estés comiendo la pasta con esta salsa.

Acompañamos con 35 Sur Carmenere 2009, bueno, bonito sabroso y barato económico: Bs. 66 en Excelsior Gama, en los primeros días de 2011. Vino muy equilibrado y agradable de beber.



Siempre echo en falta información sobre precios en comentarios sobre restaurantes o productos en el mercado venezolano. Ya sé que la velocidad a la que cambian es muy rápida, pero por lo menos para tener alguna referencia. Procuraré, siempre que pueda, suministrarlos aquí:
  • En la Carnicería Italia, las salchichas italianas estaban a Bs. 70 el kg, en la última semana de diciembre 2010. También las tienen picantes, sin hinojo. Estas últimas no las he probado. Cuando lo haga, les contaré.